No son pocos los complejos análisis jurídicos que afirman que una canción así debería pertenecernos a todos, y pese a eso, cobrar los derechos por tan veterana y universal canción le significan a Warner alrededor de 2 millones de dólares anuales de ingresos.
Imaginá que hacás una película donde una escena transcurre en un cumpleaños, donde los invitados cantan el Cumpleaños Feliz, una canción que supera en edad a prácticamente todas las personas que conocés y es tan universal como El Quijote.
Sin embargo, la canción tiene
copyright, y por el hecho de utilizarla en tu película tendrás que
pagarle 1.500 dólares a Warner/Chappell, una subsidiaria de la
discográfica Warner Music, que asegura poseer los derechos del
Cumpleaños Feliz.
No son pocos los complejos análisis jurídicos
que afirman que una canción así debería pertenecernos a todos, y pese a
eso, cobrar los derechos por tan veterana y universal canción le
significan a Warner alrededor de 2 millones anuales de ingresos.
El
hecho que un sello tenga los derechos de una canción creada y compuesta
en 1893 por las hermanas Patty y Mildred Hill debería llenarnos de
preguntas de por qué no está esa canción en dominio público pese a la
infame "Ley Mickey Mouse".
Ante esta situación, una cineasta
llamada Jennifer Nelson, que realizaba un documental que investigaba los
orígenes de la canción y debió pagarle los 1.500 dólares a Warner Music
por su licencia, posteriormente demandó a la empresa con la esperanza
que una corte de Nueva York anule
los supuestos derechos de Warner sobre la canción.
los supuestos derechos de Warner sobre la canción.
La
demanda afirma tener "evidencia documentada irrefutable" de que la
melodía data de 1893, lo que demostraría que los derechos de autor de
cualquier parte de la canción expiraron como máximo en 1921, y que si
Warner tiene cualquier derecho sobre el Cumpleaños Feliz, estaría
limitado exclusivamente a reproducir y distribuir un específico arreglo
para piano de la canción publicada en 1935.
En caso de perder la
demanda, Warner debería devolverle su dinero a todos a quienes les ha
cobrado por el derecho a usar la canción por lo menos desde el año 2009,
lo que correspondería a una cantidad considerable de millones de
dólares.